viernes, 14 de noviembre de 2014

50 Sombras de Grey: ¿también una novela de autoayuda?

Porno para mamás, apología a la sumisión de la mujer, machismo en estado puro…blablablá.
Desde mi opinión personal (de lectora a la que los tres libros le duraron más de una semana, y que confiesa habérselos leído más de una vez), quedé encantada con la trilogía…al paso que los leía me iban gustando más. El que menos me gustó fue el primero.
No creo necesario resumiros la novela, pero sí he leído resúmenes de críticos que desde sus webs escribían “sexo-paliza-sexo”.
Vale. Que hay sexo, no se puede negar, que nuestro querido Grey le da de vez en cuando una tunda que no veas, vale también. Pero ¿y el amor?
Que seré yo la ñoña, de esas que esperan que al final de la peli porno él le pida la mano (para casarse, no para que le acaricie el pene), pero cuando me leía la trilogía, leía una historia de amor increíblemente bonita.
Lo más fácil es criticar diciendo “claro, cualquiera querría a un machote multimillonario  que te consienta todos los caprichos, que compre la empresa donde trabajas para hacerte dueña a ti, y si de paso te pega unos polvos con los que te traslada al séptimo cielo, pues mejor”.
Pues no. Al menos en primer término, no.
También he leído que “él ejerce tal presión sobre ella que se vuelve objeto del deseo, ella no cuenta para nada, sólo quiere satisfacerlo en todo lo que le pide”.
Pues tampoco.
Yo veo en ellos una pareja perfecta. Cada uno con sus cosas. Sus manías, sus límites infranqueables, y sus negociaciones. Como cualquier otra, che.
Veo también que ella ejerce más poder sobre él que al revés.
Veo que Christian despierta en Ana un lado de su personalidad que ella no conocía, y  que ella está encantada. Y viceversa.
A caso no es bonito tener el poder de, sólo con tu personalidad, hacer que un chico reacio a todo tipo de amor, se enamore de ti hasta el punto de respirar sólo porque tú respiras? Madre mía.
Pero volvamos a eso de que ella está encantada.
Ana se inicia en el mundo del sexo por él y con él. Sé que por satisfacer los gustos del Presidente de Grey Interprises Holdings, Inc., ella hace cosas que ni siquiera sabía que existían. Pero ¿puede decirme alguien en qué parte del libro ella afirma no querer hacer algo? Y si se da tal caso, decide parar, por petición de él.

Y digo todo esto porque me consta que esta trilogía ha servido para que muchas chicas de repente empiecen a confiar en sí mismas, en el poder que, sin darse cuenta, ejercen sobre sus parejas, o pueden llegar a ejercer, si se lo creen. No poder de mandar más, hablo de un poder bonito, joder. Un poder de esos que hacen que tu pareja sienta cosas que jamás antes sintió.
De repente todas hemos descubierto nuestra diosa interior, esa que estaba sentada en un sillón leyendo las obras completas de Charles Dickens, como la de Ana.
¿Y qué hay de malo en que las lectoras de la novela (supongo que no todas) se sientan más seguras de sí mismas gracias a la lectura? ¿A caso es absurdo que a raíz de ella, se hayan despertado en sus cabezas y en sus cuerpos gustos nuevos, actitudes nuevas, se atrevan a más cosas? Si yo fuera hombre y la trilogía hubiese causado ese efecto en mi mujer, estaría encantado, y enviaría una botella de Bollinger a la autora en señal de agradecimiento. Bollinger Grande Année Rosé 1999.

Un libro de puede leer desde muchas ópticas. Si empezamos con él desde un punto de vista crítico, no nos va a gustar.
A veces a medida que leemos nos sorprende, y nos enganchamos.
He visto a muchísima gente que va leyendo en el metro con el libro forrado en papel de periódico para que el reto no vea qué leen. Doble moral, lo llaman, creo. Eso es absurdo. Yo digo bien alto, “Sí, me leí 50 Sombras de Grey, además lloré como una pava en ciertas partes del libro, y flipé viendo el cambio que él daba, simplemente por amor”.

Y soy una defensora férrea del efecto que causa la lectura sobre las personas. Sea bueno o malo.
Y me parece que hasta cierto punto esta novela tan criticada tiene una función de autoayuda, porque muchas mujeres se atreven a verse sexys, a probar cosas con sus parejas que antes eran tabú, tienen una actitud más abierta y menos tímida.
E.L. James, desde su despacho y cara al ordenador, ha ayudado a muchas parejas a mejorar su vida sexual.

Y a mí eso me parece simplemente maravilloso.



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2 comentarios:

  1. Has dado en el clavo, pequeña!!! Te hago la ola y todo por tu opinión sobre el libro. Yo también puedo decir que lo he leído y que mi novio está leyéndolo. Y opino lo mismo que tú, si fuese hombre. Mi novio hasta me lo dijo, estaba encantado.
    No es por ofender tu opinión, después de leer tantos libros de éste género, no es el mejor que hay!!!
    Un besito Mara!!

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  2. Muy bueno lo de las pelis porno… me lo volvere a leer… ya sabes q esta vez desgranare el libro

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