Ése es el
título de una de mis películas favoritas en el mundo mundial.
Pero no por
lo empalagosa (que también), sino por el trasfondo que tiene. Ahora veréis.
Así, sin
destripárosla, os diré que la peli trata sobre cómo nos cambia la visión de la
vida cuando sabemos que algo malo va a suceder, o que vamos a perder pronto a
alguien que queremos.
En este
caso los protagonistas son una pareja. Él británico y ella americana. Es un
tipo muy ocupado por su trabajo que no presta atención a cosas que son
importantes para ella.
Él
despierta un día en el que aparentemente todo es normal, su comportamiento es
el de siempre, y a pesar de todo ella lo ama. Se ha acostumbrado a su forma de
ser, y sabe que en el fondo, y a su manera, la quiere.
Al final
del día, ella muere en un accidente de tráfico.
Y al día
siguiente todo vuelve a empezar. Él cree que ha sido una premonición porque se
comienzan a repetir todos los detalles de su sueño, pero intenta cambiar todas
las rutinas y actos que había soñado con el fin de cambiar el destino. Y vaya
si lo cambia…
Un consejo:
atentos al taxista.
Yo me
planteo continuamente la vida. No mi vida, la vida.
Creo que si
todos supiéramos cuándo llegará nuestro final, actuaríamos de manera diferente
en muchas ocasiones. Pero también creo que no nos haría bien, porque no
seríamos nosotros mismos.
La película
me dejó pensativa varios días. Realmente me impactó.
¿De verdad
necesitamos saber que algo malo está por llegar para aprovechar la vida al
máximo, y no ser (o ser) unos verdaderos hijos de puta con la gente que
queremos (o no queremos)?
Admiro a la
gente que vive ese sentimiento; que sabe que se va, o que alguien cercano a él
se va. Y lo asume, y lo deja todo listo, y se va feliz.
Ni siquiera
me considero con derecho a hablar de ellos, de tanto que los admiro.
Yo no
quiero ser una de esas personas que cuando se les esté acabando la vida piensen
que no han vivido.
Yo quiero
aprovechar mi vida, dar amor a la gente que me merece la pena, y ser una
verdadera hija de puta con los que se porten mal conmigo.
Y quiero
que la gente de mi entorno haga lo mismo.
Hay veces en
las que creemos que vivimos, por el mero hecho de que nuestro cuerpo realiza
las funciones vitales a lo largo de nuestra vida.
Pero no.
Vivir no es
más que combinar lo que debemos con lo que queremos hacer.
Vivir
engloba muchos verbos más como reír, discutir, reconciliarse, comer, llorar,
escuchar, mirar, leer, comer, dormir, charlar, escribir, amar, y si se tercia,
odiar.
Vivir es
tener la capacidad de rectificar cosas, y estar seguro de nosotros mismos.
Vivir es
echar la vista atrás y estar orgullosos de lo que somos, y sentir que
volveríamos a repetir todos los pasos si se nos diese la oportunidad.
Vivir es
rodearse de gente que de verdad nos aporta cosas buenas, y mandar a la mierda a
quienes no lo hagan.
Vivir es
pelear hasta conseguir lo que uno ansía y saber adaptarse a lo que la vida nos
depare.
Lo demás,
no es vivir.
¡Aquí me encontraréis!
Me que quedado muda y mira que eso en mi es dificil.precioso…
ResponderEliminar