No sé por
qué, el otro día miraba a mis abuelos, y me los imaginaba cuando eran jóvenes, festeando, que suele decir aquí para
referirse al primer período de una relación, en la que todo es purpurina y
corazones de algodón rosa.
Me
preguntaba si los noviazgos de ahora serían como los de antes. Y mi conclusión
fue que, en parte, sí. Claro que sí.
Aunque hay
cosas que ya no se llevan, como eso
de que tu novio te pida la mano delante
de toda tu familia, que hable con tu padre para ver si lo deja casarse contigo
(gracias a Dios que ya no se lleva, no he visto cosa más cursi en mi vida),
también está eso de que vaya una tuna a cantarte a la puerta de tu casa
(gracias a Dios también), que el pretendiente hable con el hermano mayor de su
adorada para que lo acompañe a proponerle salir y cosas por el estilo, hay
detalles que siguen siendo actualidad,
aunque cada vez menos, también es verdad. Porque los
jóvenes de hoy en día, que diría mi abuela, nos los estamos cargando.
Ahora, las
cartas de amor, son whatsapps llenos
de emoticonos cursis.
Y leer algo que tu churri escribe, de su puño y letra, para mí, tiene más emoción.
Y leer algo que tu churri escribe, de su puño y letra, para mí, tiene más emoción.
Jamás he
sido chica de flores, creo que no hay nada más triste y efímero que una flor,
pero lo cierto es que el hecho de que venga cargado con una rosa blanca bien
bonita, para que tú te derritas, y la tengas como mucho, una semana ahí bien
expuesta para que todo el mundo la vea, es bonito.
Bonito y casi un mito, porque cada vez ocurre menos.
Bonito y casi un mito, porque cada vez ocurre menos.
Y que
conste que no estoy hablando de mí eh, hablo en general, por lo que he vivido,
he visto, y preguntado por ahí, que quede bien claro.
Una nota en
la almohada mientras él está en el baño, ¿lo habéis probado?
Pues es lo más simple y barato del mundo, y un detalle que le dice que aunque ya no estás en su casa, sigues estando y acordándote de él.
Pues es lo más simple y barato del mundo, y un detalle que le dice que aunque ya no estás en su casa, sigues estando y acordándote de él.
No sé por
qué caemos en el error de pensar que un detalle, cuanto más caro, más va a
gustar.
Que no.
Evidentemente, para nosotras no es lo
mismo un anillo de Tiffany´s que de los chinos, ni para ellos es lo mismo unas
entradas para un para un partido en el que se dispute la final de algo en lo
que Dios quiera que su equipo favorito esté metido, que entradas para un
amistoso, Valencia-Massamaflautes, pero en los pequeños detalles está el amor.
Porque a tu
mejor amigo también le regalarías entradas para un partido importante, pero ¿a
que no le dejarías en su almohada una nota de amor, ni le enviarías un mensaje
sugerente, algo así como que no llevas bragas y que tienes ganas de que llegue
de trabajar? Pues a eso me refiero.
La pobre
mujer, mi abuela, tiene un disgusto enorme porque mi novio no le pedirá permiso
a mi padre cuando queramos casarnos, y aún no ha levantado cabeza desde que le
di la noticia de que queremos vivir juntos.
Vale, eso a nosotros nos suena un poco carca, pero os digo que mi abuelo ha tenido detalles con ella cuando eran novios, que ninguno y ninguna hemos tenido con nuestras parejas.
Vale, eso a nosotros nos suena un poco carca, pero os digo que mi abuelo ha tenido detalles con ella cuando eran novios, que ninguno y ninguna hemos tenido con nuestras parejas.
Ale,
preguntad a vuestros mayores y recapacitad, insensatos.
¡Aquí me encontraréis!
No hay comentarios:
Publicar un comentario