martes, 11 de noviembre de 2014

La leyenda del Arcoiris

Hace muchos, muchos años, cuentan que todos los colores discutieron, porque cada uno de ellos quería convencer al resto de que era el color más importante del mundo.
El color verde proclamó:
 -Sin duda yo soy el más importante, represento a la vida y a la esperanza. Doy color a la hierba, las hojas de los árboles y a las flores, sin mí los animales no podrían vivir, sólo tenéis que mirar a vuestro alrededor y constataréis que estoy en la mayoría de las cosas".
Pero el color azul no estaba en absoluto de acuerdo y lo interrumpió: 
-Tú sólo piensas en la tierra, pero observa el cielo y el mar, sin el agua no tendríamos vida. Y las nubes, que dan el agua esencial para beber, están formados por la evaporación del agua marina. El azul es serenidad y paz, y sin mi serenidad y mi paz el mundo no sería el mismo.
Cuando el amarillo escuchó esta perorata no pudo más que soltar grandes carcajadas mientras les decía:
-Qué presuntuosos sois. Yo llevo al mundo risas, alegría y calor. El sol es amarillo, la luna cuando está despierta es amarilla y las parpadeantes estrellas también lo son. Cada vez que miráis un girasol el mundo entero explota en una sonrisa; sin mí no tendríais alegría.
Pero el color amarillo no lo dejó terminar:
-Sin duda yo soy el color de la salud y la fuerza, tal vez no sea demasiado frecuente, pero no me negaréis que soy imprescindible para las necesidades internas de la vida. Llevo las vitaminas más importantes, mirad las zanahorias, las calabazas y las naranjas. No estoy siempre dando vueltas pero cuando el cielo se despierta al amanecer, o se va a dormir al anochecer, mi belleza es tan impresionante que nadie piensa en vosotros.
El rojo no pudo contenerse más y con impetuosidad proclamó:
-Yo soy el color del valor y del peligro, estoy dispuesto a luchas siempre por una buena causa. Llevo fuego en la sangre y son mí la tierra estaría tan vacía como la luna. Soy el color de la pasión y del amor; de la rosa que explota, la flor de Pascua y las amapolas...
El color púrpura no se pudo aguantar más y con la pomposidad que le caracteriza, con voz alta y grave añadió:
-Soy el color de la realeza y el poder, Reyes, Jefes de Estado, Obispos y Senadores me han elegido siempre porque soy el verdadero signo de la autoridad y la sabiduría; la gente no me cuestiona; me escucha y obedece,
Pero no por eso el morado se contuvo, y con tranquilidad y determinación habló:
-Pensad en mí, soy el color del silencio, es bastante raro que me tengáis en cuenta, pero sin mí todos los demás seríais superficiales. Represento el pensamiento y la reflexión, el crepúsculo y las aguas profundas. Me necesitáis para el equilibrio y el contraste, la oración y la paz interior.

Y así fue como todos y cada uno de los colores estaban convencidos de que eran el mejor, su discusión fue en aumento y se volvió más y más ruidosa. Pero de repente apareció una luz blanca, inmensa y brillante, los rayos retronaban impetuosamente y la lluvia cayó inexorable e implacablemente; y los colores se pegaron unos a los otros con mucho temor, buscando la mutua protección.
Y en ese instante es cuando la lluvia habló:
-No estáis bien de la cabeza, peleando unos contra los otros intentando dominar al resto. ¿No os dais cuenta de que lo que hacéis es pelear contra vosotros mismos? ¿No veis que todos sois necesarios? Todos tenéis un objetivo especial, único y diferente, pero sin el resto no sois nadie. Juntad vuestras manos y venid conmigo. Os tenéis que extender a lo largo de todo el mundo en un gran arco de color, en señal de cariño y de paz y como promesa de unión y símbolo de esperanza en el mañana, y cada vez que yo termine mis tormentas, rayos y centellas, saldréis vosotros como recordatorio de que lo malo no dura para siempre, y después de la tormenta siempre llega la calma.

Y de ese modo es como se creó ese maravilloso arco en el cielo, el Arcoiris, para que cada vez que lo veamos recordemos que siempre hemos de tenernos en cuenta y que nadie es nada sin el resto.

Y por eso, cada vez que acaba la lluvia, aparece esplendoroso el Arcoiris, suma de todos los colores que nos recuerda la importancia de la amistad, la estima y el buen hacer.



Gràcies Sento, per la teua sabiesa i per compartir la història en facebook.



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4 comentarios:

  1. Que chulo!!! No sabía de esta leyenda!!! Mira tú...estoy aprendiendo algo jejejeje. Nos leemos!!! Besos

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  2. Preciosa , yo no la conocia , es muy bonita.

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  3. Me alegro de que os guste chicas, para mí es importante :)

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  4. Creo q ya te sigo, oye lo tienes bonito, mañana maqueo el mio

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