miércoles, 14 de enero de 2015

Un abrazo, por favor

Hay gente a la que no le gusta abrazar. Ni que la abracen. Eso de estrujar o ser estrujado entre los brazos de otra persona no va con ellos.

Pero para mí, abrazar es una necesidad. Yo antes casi era de las primeras personas, pero luego me di cuenta de que era uno de los mayores signos de cariño que se pueden dar.

Ha habido veces que he tenido la necesidad de abrazar. Hace años que no abrazo a mi familia, sólo lo abrazo a él. No es por nada, supongo que va en los genes. No somos muy de muestras de cariño, más bien del cariño que se demuestra día a día con gestos tontos y ayuda cuando más se necesita, por eso nunca le di demasiada importancia a dar o recibir un abrazo.

Pero lo que sí es un hecho, a parte de si nos gusta o no abrazar, es que el abrazo pertenece en casi la mayoría de las culturas un código silencioso pero efectivo, capaz de transmitir potentemente los sentimientos que tenemos hacia la persona que tenemos en frente. 
Tanto, que hay creencias que lo utilizan como una terapia.
Dicen, que el cuerpo se ve afectado de manera positiva por un abrazo, a nivel de sistemas inmunológico, musculatorio, cardíaco y límbico. Vamos, que el cuerpo siente gustirrinín cuando nos rodean con los brazos bien fuerte.

A nivel psicológico incrementa la seguridad y confianza, y reduce el enfado y la apatía, ya que el cuerpo libera serotonina y se siente feliz. Yo esto lo traduzco como que nosotras estamos enfadadísimas y con ganas de matar, pero llegan ellos, nos abrazan y hasta luego mala leche. Así de simple. Es casi automático, joé.

También he leído que a nivel físico el sistema inmunológico genera más glóbulos blancos, reduciendo así el riesgo de enfermedades, y equilibra la tensión, disminuyendo el estrés.

O sea, que cuando estéis felices, tengáis algo que celebrar, aunque sea que queréis a alguien, o enfadados, estresados…liaros a dar abrazos, a todo quisqui. 
En el buen sentido, es más barato y seguro celebrar algo bueno con un abrazo que yéndose de copas, porque de ese modo nos ahorramos la resaca post gin tonics. Y en el malo, el cuerpo (y el bolsillo) agradecerá más en un momento bajo un abrazo, que un psicólogo, un diacepan, o un cabezazo contra la pared.

¡Abrazad, insensatos!



¡Aquí me encontraréis!

Instagram

2 comentarios:

  1. Q me gusta a mi.un abrazo y era de las q no abrazaba ni a tiros y ahora parezco, un personaje de los osos amorosos

    ResponderEliminar
  2. Yo quiero un abrazo conjunto de las tres jijiji
    No soy de muchos abrazos pero...veo cuando alguien lo necesita de verdad!!!

    ResponderEliminar