Aquéllo me dejó tocado y decidí llevarles un saquito de arroz para, al menos, aliviar un poco su necesidad.
Cuando me abrieron la puerta y vieron lo que les traía, los niños hicieron una gran fiesta y, con los ojos llenos de felicidad, pidieron a su madre que pusiera la olla al fuego para cocinarles un plato calentito. La mujer no tardó en prepararles una sopita pero, antes de poner la mesa, llenó a rebosar un plato y salió corriendo de la casa.
Cuando, por fin, regresó le pregunté:
¿Dónde has ido tan deprisa?
Y ella me respondió:
¡Mis vecinos también pasan hambre!
La mujer les había llevado la cena a los ancianos que vivían dos pisos más abajo. En ese momento, descubrí lo importante que es la generosidad, sea al nivel que sea.
No importa realmente que seas rico o pobre, que te sobre algo para compartir o que a penas tengas lo mínimo, lo que cuenta es que quieras ayudar a los demás, aunque sea con lo poco que tienes.
¡Aquí me encontraréis!
Y yo que estaba decidida a hacerte una critica y ahora me has chafado… a veces nos sorprendemos de cosas q no deberiamos,xq eso me hace en los valoresq el ser humano o el denominado primer mundo estamos perdiendo…
ResponderEliminarCritica mujer critica igualmente xD.
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